Borja Bonaque

Aún te quejarás.

03: Las vacaciones sin fin.

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Los veranos adolescentes rozan la despreocupación extrema. Sus objetivos serían básicamente 2: Parar por casa solo para alimentarse, y juntarse con los colegas para hacer cualquier cosa las máximas horas posibles. En mi caso, añadiría contenido audiovisual diario. (Series, cine, cómic) Horas que me llenaban de dicha, pero esa es otra historia.

Intento imaginar como van a ser estas vacaciones para mis sobrinos que tienen ahora 9, 10 y 11 años. Con la playa al lado para estilizar más el verano tendrán días maravillosos, quizá con detalles como esta historieta.

Lo que sí sé seguro, es que yo andaré con más preocupaciones que ellos.

Feliz calor a todos. 

Y para el verano cualquier tema de Kings of Convenience funciona, pero este Cayman Islands es arenita y playa.

02: 1992.

El que es lector de cómics, acude al placer de recordar de vez en cuando como empezó a leerlos, donde los conseguía o cuales eran sus colecciones favoritas. Podrías ser de Marvel, de DC, de Mortadelo, de Superlópez o de Asterix y Tintín. Pero en mi caso, a pesar de tener ya entonces ejemplares de alguno de estos personajes en casa, tuvo que venir una grapa de un tebeo japonés al kiosco de mi barrio para inocularme el veneno para siempre. Cada uno empezó de una forma, la mía fue esta, como imagino, la de muchos de mi generación.

Y un buen tema para la nostalgia podría ser esta versión del Forever Young de Alphaville por parte de la banda australiana Youth Group. Aún mejor que la original.

01: Aún te quejarás.

El cómic siempre ha estado ahí, dándome buenos ratos. Y mi trabajo como ilustrador me ha hecho tontear con la idea de mezclar los dos campos de alguna forma. Si a eso le sumamos la brillante idea de publicar un blog en 2022, sale este pastel titulado “Aún te quejarás” donde espero experimentar con el medio e ir publicando cosas cuando la vida dispersa me deje. ¡Feliz lectura!

Empiezo el blog con este Be Kobe. Un pequeño ejercicio contemplativo en formato cómic inspirado por el maestro Jiro Taniguchi.

La música de Mogwai siempre es una buena elección de fondo para abordar un proceso creativo. Su reciente temazo, Dry Fantasy, me acompañó a menudo durante la realización de esta pequeña historia. Al escucharla, entran ganas de salir a recorrer y descubrir los secretos que tiene la ciudad como el caminante de sensei Taniguchi.